jueves, 28 de agosto de 2008

Para un colega que incursiona en la política

Un colega, con quien en alguna ocasión hemos intercambiado informaciones, me hace partícipe de una actividad política partidaria en la que ha participado y me pide difundirla "con fotito". Le digo que andamos repletos de notas, me comprometo a leerla más tarde, y aprovecho para devolverle un extenso correo-e porque su mensaje anterior en el que anunciaba su actividad política me dejó pensando. Lo reproduzco con algunas omisiones.


Hola X:

A propósito de tu incursión en la política y tu intención de seguir en ella, sugerencia como colega, ciudadana preocupada en recuperar esperanza en políticos:

Por favor no te contagies de los malos hábitos políticos, de utilizar a los pobres, a los que no tienen para regalarles algo que se sabe que es poco, tal vez nada, para aparecer en medios, para acercarse a ellos, para conseguir simpatías o por hacerse conocido.

La vez pasada vi indignada como un congresista que había traído lápices, colores y cuadernos donados por otros (claro que lo dijo y no lo ocultó) llegó a una escuela como héroe. Los niños le cantaron y bailaron y recitaron. Los donativos fueron solo para algunos porque no alcanzaba para todos. Pero bueno. ¿No hubiera sido mejor que ese señor llegara y dijera que su obligación es hacer tal o cual cosa, y rechazar homenajes (porque no lo merece, porque no es un héroe, ni un benefactor, ni siquiera sale de su bolsillo) y de ese modo enseñar a los niños cómo tienen que ser los ciudadanos?: Respetuosos pero no mendigos.

He pensado, no creas, de qué modo se puede hacer entonces (cómo compatibilizamos la promoción o la propaganda del político con las obras de caridad que impulsa) y no tengo la sugerencia sino seguro que la compartiría contigo. Claro que -según los intereses que existan- si haces algo por alguien o alguna institución y tienes intención de postularte con fines políticos tienes que comunicarlo y hacerlo saber, pero encontremos modos y formas nuevos, distintos, creativos, humanos, sencillos, cálidos. (Aunque sigo de acuerdo con la frase aquella de que tu mano izquierda no sepa lo que hizo la derecha. ¿La política de Jesús será antipolítica?).

¿Sabes que en la escuela donde estuviste entregando presentes, después de tu visita mandaron a los niños a sus casas como una hora antes? Sé que no es tu culpa, pero eso hicieron.
Y dime, qué pasaría si te dijera que en esa escuela hay problemas y no cumplen por ejemplo con el horario de trabajo de los docentes? ¿Como actuarías? ¿Atenderías las quejas o le contarías al director que te de algún modo te apoyó en tu actividad política?

Son solo reflexiones como periodista, como colega, que me permito compartirlas con la mejor intención. No me siento dueña de la verdad y tampoco tengo las respuestas, pero sí muchas inquietudes y preguntas sobre nuestra profesión y la política.

MC

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