viernes, 17 de julio de 2009

Me fui casi presionada

Sin decidirlo, a raíz de una tarea en el curso de Periodismo Emprendedor con Alfonso Fonseca, me estoy mudando a wordpress.com con este Aprendiz. Nada más, que allá soy yo misma, con nombre propio.

No me gusta mucho la idea, pero no elegí, me crearon el blog y como tampoco quiero dejarlo abandonado, pues allí voy tratando de ponerle una fachada interesante y obviamente de seguir posteando, aunque "a nadie le interesa el blog".

Eso fue lo que nos han repetido desde ayer, James Breiner (director del Centro de Periodismo Digital) e Hilda García (subdirectora multimedia de El Universal). Obvio que no es mi blog, es tu blog, el mío, el de aquél y el de aquella. Y se refiere a que si tenemos 70 millones de blogs, los que son leídos y seguidos son algunos pocos y los demás solo para el mismo autor.

Mi nueva dirección aquí

domingo, 5 de julio de 2009

Lo que hace bueno a un medio de comunicación on line

Según la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, un buen medio de comunicación on line tiene en cuenta:

Horarios que correspondan a los de la audiencia: Hay que valerse de todas las herramientas y estadísticas para tener muy claro en qué momentos del día se presentan los picos de tráfico en el sitio. Esos datos serán clave a la hora de saber en qué momento se deben desplegar los mayores esfuerzos de actualización del sitio.

Facilidad de actualización: El medio debe tener una estructura que permita que a todos los integrantes del equipo les sea fácil actualizar el sitio con la mayor facilidad y rapidez posible.

Atención de la audiencia: Los usuarios son la razón de ser de un sitio web. Por eso es clave monitorear qué hacen cuando entran al sitio, cómo participan, cómo se relacionan y lo más importante: escuchar sus solicitudes y saber identificar sus aportes más valiosos para destacarlos.

Contenidos multimedia: Se refiere a la capacidad de generar productos que combinen distintos formatos para hacerlos más atractivos y de mayor impacto.

Importación y exportación de contenidos: Hoy en día un medio de comunicación web debe ir más allá de su propio sitio. La capacidad de que los contenidos propios se puedan embeber entre sitios y viceversa, así como perder el miedo a hacer hipervínculos a otras direcciones, le será muy útil al usuario que busca lo más relevante sin importar en qué lugar de la red lo encuentre.

Siempre alertas: La web hoy tiene el potencial de ser un medio caliente, por eso la redacción debe estar siempre vigilante de lo que sucede y de lo que se ve en los demás medios.

Capacidad de eludir a las secciones: Una redacción online debe estar en capacidad de ser flexible y salirse de la fuente que cubre tradicionalmente para trabajar en equipo cuando un hecho noticioso así lo requiera. Se trata de concentrar los esfuerzos en satisfacer los intereses de la audiencia en determinado momento.

Posicionamiento en los buscadores: Hay que asegurarse de que existan buenas estrategias de posicionamiento en la red que permitan que los contenidos generados sean realmente visibles para los usuarios que buscan información.

Ir más allá del sitio: Se trata de utilizar las redes sociales, los canales RSS, los newsletters, los blogs, los bookmarks y todas las demás herramientas que existen para esparcir los contenidos por internet.

Vea el texto completo aqui

sábado, 4 de julio de 2009

El Periodismo según César Hildebrandt

La prensa y los valores*
Por Cesar Hildebrandt

¿Es el periodismo una ciencia? ¿Existen las ciencias de la comunicación?

Creo firmemente que no.

Entonces, ¿es que el periodismo es un arte de bohemios trashumantes, un oficio que linda con el repentismo, la inspiración y muchas veces el alcohol?

Creo enérgicamente que tampoco.

Ni ciencia exacta ni oficio de cachueleros, el periodismo es un arte y una ética. Es el arte de ser éticos. Es también un modo de vivir y una manera de entender la relación que hay entre belleza y verdad. Y es una manera de percibir que la mayor obra del arte humano es la justicia.

Sí. Porque la justicia es bella y la injusticia contrahecha. Y la verdad es lozana y la mentira supura, de igual modo que la cultura acoge lo mejor de nosotros y la barbarie demanda nuestros más primitivos apetitos.

¿Por qué vengo a esta sala a hablarles de estos asuntos, al parecer tan lejanos del menester periodístico?

Porque siempre he creído que la prensa que no piensa en sus raíces ni en el linaje de sus valores está destinada a ser no sólo efímera sino intrascendente.

¿Valores? ¿Tiene algún sentido hablar de valores en un mundo que casi se jacta de no tenerlos?

Pues tiene más sentido que nunca.

Porque si la prensa se suma a ese pragmatismo sin escrúpulos que a nadie rinde cuenta, perderá toda importancia y será al final lo que muchos quieren que sea: el espectáculo del entretenimiento y el entretenimiento del espectáculo.

La crisis mundial que atravesamos ha estallado precisamente por la derrota de los valores y el éxito, socialmente estimulado, de la codicia y el cinismo.

Lo que muchos no quieren admitir es que Wall Street cayó después de la caída de aquellos valores que hicieron posibles las revoluciones industrial, tecnológica e informática.

Antes que Citigroup se desplomara, la codicia le había ganado el pulso a la mesura. Antes que la General Motors mendigara cientos de miles de millones de dólares, la usura se había declarado mandataria global. Y mucho antes de que Bernard Maddoff estafara por miles de millones, la especulación se había impuesto a la creación de riqueza y el frenesí del dinero fácil había derrotado a la ética del bien común.

De modo que la crisis que hoy empobrece a todos es, primero y fundamentalmente, una crisis de la ética, una colosal derrota de aquellos valores que la mayoría ni nombra ni aprecia y que son, sin embargo, aquellos que permitieron buena parte de la civilización a la que pertenecemos.

Esos valores se pueden abreviar en uno solo. Y ese valor es el de la empatía, piedra de toque de la vida en común, esencia de la tolerancia. La empatía es, como todos ustedes saben, la capacidad de pensar en el otro, la generosidad de imaginar sus afectos, sus intereses y sus necesidades.

Dejamos de ser simios el día en que la empatía se instaló entre nosotros. Abandonamos el canibalismo, la horda sanguinaria, la tribu endogámica cuando adquirimos el valor de la empatía.

Pues bien, vivimos actualmente en un mundo en el que el sistema de las corporaciones y la lógica de la ganancia a cualquier costo han hecho todo lo posible por desterrar la empatía y por devolvernos a la atmósfera primitiva del egoísmo entendido como religión y emparentado, si fuera necesario, con el crimen.

Estos ladrones que fungían de banqueros, estos financistas que en realidad eran asaltantes, estos ejecutivos que escondían su identidad parásita, estos petroleros que quieren comprar selvas para anegarlas de tóxicos, estos mineros que apetecen tanto los bosques peruanos como las tundras de Alaska, todo este ejército de depredadores, ¿qué tienen en común?

Tienen en común haber borrado la palabra empatía de su vocabulario. Y tienen en común haber lanzado por la borda, como si fuera lastre, la delicadeza de sentirse parte de la humanidad e inquilino fugaz de este raro planeta.

El actual es un sistema internacional que necesita la abolición de los más elementales valores comunitarios. Mientras más aislados nos sintamos, mejor para el sistema. Mientras menos prójimos nos sintamos, más regocijo para quienes gobiernan el mundo. Mientras más anacrónica nos parezca la palabra ética, mejor para ellos. Mientras más ridículos nos sintamos si hablamos de valores, el triunfo es sólo de ellos.

De modo que no nos dejemos engañar. Esta crisis no es de hipotecas basura ni de Estados laxos que no regularon y ni siquiera de un exceso en las expectativas del crecimiento. Esta crisis es ética y fue labrada por el cinismo triunfante. Es el fin de la historia no en la versión de Francis Fukuyama sino en la de Eliot Ness en el Chicago de los 30.

Ahora bien, si esta crisis global, que duplicará el número de pobres, viene del descrédito de la virtud y de la buena reputación del egoísmo, ¿qué papel ha jugado la prensa en todo este fenómeno?

Es triste decirlo, pero la prensa, en general, ha sido el furgón de cola de este tren que terminó en el abismo.

¿Cuántos grandes periódicos del mundo censuraron la reinstauración del capitalismo salvaje impuesto por la señora Thatcher y el señor Reagan, dos viejos sirvientes del conservadurismo armado y homicida?

¿Cuántos periodistas de fama internacional le dijeron al público que ese capitalismo salvaje lo que quería era, precisamente, abolir toda ética social y entronizar los antivalores que ayudaran a acabar con los sindicatos y la resistencia?

Y cuando el cinismo dejó de ser sólo un proyecto exitoso que destruyó el Estado del bienestar y se convirtió en la guerra farsante que asoló Irak y hoy demuele Afganistán, ¿cuántos periodistas de renombre mundial nos dijeron que en Irak no había armas de destrucción masiva o que en Afganistán el cultivo de amapolas creció desde su ocupación por tropas extranjeras?

¿Y cuántos diarios o televisiones del Perú nos dijeron que el fraude delictivo de la empresa estadounidense Enron se debió a que sus auditores –los señores de Arthur Andersen- encubrían las fechorías contables que debían denunciar?

¿Qué periódico nacional nos advirtió que la crisis que padecemos iba a ser la más importante después de la de 1929? Para ser menos exigente: ¿qué periódico nos dijo que venía una crisis?

¿Lo sabían y se callaron para no “desestabilizar el sistema”? ¿O no lo sabían y entonces renunciaron al deber periodístico de obtener información privilegiada y anticipar eventos en nombre del interés público?

¿Cuántos periodistas protestaron cuando el Estado, que no tiene para pagarle sueldos decorosos a los maestros, corrió a salvar a los bancos Latino o Wiese? Sólo en el salvataje del banco Latino se invirtió la suma de 300 millones de dólares.

¿Quiénes levantaron la voz cuando el Estado peruano, representado por el ciudadano estadounidense Pedro Kuczynski, auxilió al quebrado banco Wiese con un aval de 180 millones de dólares?

Hago estas preguntas para intentar explicarles cuán urgente es, desde mi modesto punto de vista, hablar de valores. Y cuán urgente es que los periodistas jóvenes entiendan que hablar de valores no sólo no es anticuado: es futurista.

Porque el mundo de mañana tendrá que ser distinto, profundamente distinto. Y lo será también en la medida en que los periodistas jóvenes asuman su tarea pensando en el bien común, en la amplitud de los afectos, en la gracia de la empatía, en el retorno a esos valores del humanismo que nos dirigen a la cultura y a la paz.

No teman hablar de valores. No se dejen arrinconar por aquellos que les ofrecen la obediencia del pragmatismo. La objetividad –créanme- es un invento de la banca suiza. No podemos ser neutrales ante la destrucción del planeta y el asesinato espiritual de sus habitantes. Un periodismo que prescinda de la ética funcionará como mayordomía de los grandes poderes del dinero. Y un periodista que no sienta, aunque suene presuntuoso, que puede contribuir con algo a mejorar al mundo ya no será periodista sino notario –con el respeto que los notarios se merecen-.

El dilema está planteado: o socios de la humanidad y del planeta para cambiar las cosas o militantes de la resignación. Creo estar seguro de cuál va a ser vuestra elección y eso me reconforta. Buenas noches y muchas gracias.

(*) Palabras pronunciadas durante la desmedida entrega de un doctorado honoris

martes, 23 de junio de 2009

Yo, periodista

Ahora está tomada la carretera central por un reclamo de los trabajadores de la empresa Doe Run. Son más de 20 kilómetros capturados por los protestantes que demandan cumplimento de sus demandas laborales.

El gobierno se ha apresurado a decir que es un problema empresarial, mientras que los trabajadores exigen que el gobierno intervenga, a través del ministerio respectivo, o sea el de Trabajo.

Que es un reclamo de años, que otros gobiernos lo dejaron pasar, que no se afecte el transporte de víveres, que no se afecte a los pasajeros, que si ni tomamos la vía no nos atienden. Frases del lado oficial y del lado ciudadano. Y la prensa cubriendo todo, cada uno a su manera.

Y mientras tanto la tele bailando, la tele con transformers, la tele llena de pistolas, cuchillos, y salpicada de rojo. La crónica policial dominando la pantalla plana.

Dónde ocurren los diálogos -aunque sea de sordos- dónde están las conversas entre dos personas que piensan distinto en torno a un tema, dónde están las demandas de la población ya sean contra el gobierno o contra la empresa privada, o contra su alcalde o contra el que sea. Por qué no aparecen los ciudadanos comunes y corrientes, los que cuyo nombre termina en su apellido y no tienen cargo detrás para ser nombrados.

Hace unos meses, en Pacasmayo, un adolescente fue asesinado por una bala mientras trataba de llevarse una bolsa de fideos de un trailer que había volcado. Una turba violenta apedreó la comisaría, quemó dos motocicletas asignadas a la policía y dañó también un patrullero porque se sospechaba que el autor del disparo había sido un policía. Al día siguiente la prensa regional y nacional estuvo aquí. Necesitaban imágenes del momento violento. Alcanzaron a escuchar los reclamos de la familia, de los amigos, y fueron testigos que esa misma familia pidió justicia pero también calma: no más violencia. Los propios deudos contuvieron la rabia contenida de muchachos que se desbordaban. Ellos mismos ahora me preguntan dónde está la prensa, por qué no informan qué pasa con el proceso del policía Josmell Marrerros, que fue involucrado y sindicado como el autor del disparo.

Probablemente estemos siguiendo el nuevo hecho corrupto descubierto en una municipalidad, o en un gobierno regional, probablemente siguiendo una nueva protesta en un pueblo de la sierra liberteña, tras los ronderos de Pataz, seguro en la carretera central tras los mineros que reclaman contra Doe Run. Probablemente ya nadie en la selva. Todos siguiendo una agenda impuesta por el desgobierno, por el estado ausente, y sin tiempo para replantearnos si los espacios informativos bastan, si no son necesarios más espacios para el diálogo, si no son necesarios más espacios para el ciudadano y la ciudadana comunes y corrientes, si no necesitamos hacer escuchar menos comentarios "especialistas" y más voces de la calle.

¿Cuál es el papel de los periodistas? ¿Cómo enfrentamos la avalancha de acontecimientos y cómo alzamos la mirada para poder observar y analizar todo cuanto ocurre y no quedarnos en simples notificadores de lo acontecido?

martes, 9 de junio de 2009

La otra mirada

Hace un mes aproximadamente alistaba un viaje a Tarapoto con mis dos preciosos. Quedé encantada con el hotel ubicado en la franja de Shilcayo. Pensé que podía aprovechar un taller de Calandria -buenos amigos y excelentes colegas a quienes no veo hace mucho- para tomarme un par de días adicionales. Gracias a Internet es tan fácil comunicarse, preguntar por servicios, verificar prestigio, y hacer reservaciones que estaba emocionada.

Cuando iba a comprar los pasajes, unos diez días antes del viaje, la representante del hotel me advirtió que me asegure que la ruta estuviera libre porque había una protesta. "Los nativos habían tomado la carretera". Algo sabíamos por aquí de las protestas en la Amazonía que empezaron en abril, según medios locales de esa zona. Pero para mayo ya nos sentíamos afectados más personas.

Recuerdo que los organizadores del taller nos advirtieron que esperarían unos días y que sino el evento se postergaría por un mes hasta que el conflicto se resolviese. Mi posición fue disculparme y definitivamente cancelar mi viaje. - No me arriesgo -pensé- qué tal si se levanta el paro por horas y luego vuelve. Nunca imaginé la terrible matanza en que terminaría.

Ahora estamos discutiendo -estamos es mucho decir, están las "altas esferas"- sobre quién es el culpable: el gobierno aprista, los nativos, la oposición al gobierno aprista, Humala, que por qué Toledo
declara. Hasta nos pretenden dividir entre los que van por el orden son de derecha, que los que se estremecen por la muerte de nativos son los izquierdista caviares. Una pugna que no pasa de las palabras, pero que son tan incendiarias como las bombas que se arrojaron en Bagua, donde han muerto civiles, policías y nativos, todos peruanos, todos humildes, todos víctimas.

Como siempre divididos, como siempre cayendo en la treta política. No podemos indignarnos por igual por la muerte de los nativos, de los policías y de los ciudadanos. No podemos reclamar basta de abusos con todos ellos, basta de alentar una guerra entre hermanos. No podemos detenernos a conocer a los nativos, de los que poco conocemos así como de su lucha.

Aquí está la otra mirada de los sucesos porque de la oficial hay ya bastante en los medios.

jueves, 28 de mayo de 2009

Funcionario sindicado en TV Tarapoto como corrupto se suicida

La Asociación Nacional de Periodistas (ANP) -a la que no estoy afiliada- ha emitido una alerta, que es algo así como un ¡ojo, con este caso que involucra a periodistas! a raíz de un complicado caso ocurrido en Tarapoto.
En resumen: dos periodistas graban a un funcionario público en un aparente caso de corrupción, divulgan la información en TV, tras unos días el funcionario aludido se suicida; la familia demanda a los periodistas; gremios periodisticos salen en defensa de los demandados.

Algunos medios que han informado del caso son Correo , Ojo , y el mismo TV Tarapoto.

Esta es la alerta de la ANP:
Alerta Perú (TARAPOTO)

PERIODISTAS QUE INFORMARON SOBRE HECHOS DE CORRUPCIÓN FUERON DENUNCIADOS ANTE FISCALÍA

Roberto Carlos Medina del Castillo y Charly Ipushima Córdova, periodistas de Televisión Tarapoto, en la provincia de Tarapoto, región San Martín, fueron denunciados el pasado 30 de abril, ante la Fiscalía Penal Provincial Mixta, por la cónyuge de quien en vida fue Carlos Gonzáles Paredes, funcionario público de la Unidad de Gerencia Educativa Local – UGEL, de San Martín, quien luego de verse involucrado en un hecho de corrupción, se quitó la vida.

El extinto Gonzáles Paredes, fue puesto en evidencia en la presunta comisión de un ilícito de corrupción de funcionarios, luego que se difundiera un video a través del informativo “Tarapoto Noticias”, de Televisión Tarapoto. En el video se aprecia a Gonzáles Paredes devolviendo 2 mil nuevos soles a Juliana Chumbe, profesora que denunció haber pagado al funcionario cinco mil nuevos soles, tras la oferta de entrega de una plaza educativa en el magisterio. La profesora Juliana Chumbe, luego de que Gonzáles Paredes incumpliera con la promesa del puesto de trabajo, contactó con “Tarapoto Noticias”, para denunciar al funcionario. Los periodistas, ha solicitud de Chumbe, filmaron la evidencia de la grave denuncia que comprometía a Gonzáles Paredes en el delito de cohecho activo. Los periodistas, tras registrar las imágenes, hicieron pública la denuncia, a fin de que las autoridades realicen las investigaciones pertinentes. Acto seguido Medina del Castillo e Ipushima Córdova, fueron conminados mediante denuncia a comparecer ante las autoridades en calidad de presuntos autores de omisión impropia en el delito de corrupción de funcionarios, sin que estos hayan participado, directa o indirectamente, de algún trato previo, sobre donativo, dinero, promesa o cualquier otra ventaja que haya envilecido o desprestigiado función pública alguna. Los periodistas, sólo cumplieron con un deber moral y jurídico al hacer público el hecho.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Los periodistas y las demandas

Tengo varios pendientes. Como Mocom 2020 un video (en inglés aun sin subtítulos en español) sobre el posible futuro de la comunicación con -por ahora- más de cuatro mil millones de celulares en todo el mundo. Se me figura como el medio más personal que la tecnología ha producido hasta ahora.

Tratando de darme tiempo para leer los tareas y participar de los foros del curso Periodismo Emprendedor de la Universidad de Guadalajara Sistema Virtual, escucho en la tele a una de las líderes peruanas de opinión, Magaly Medina, referirse a las críticas que le hace Fernando Vivas y al caso de difamación en agravio de Paolo Guerrero que la llevó a la cárcel. Y a modo de disculpa dice algo así como que no es que no haya querido dar lectura a la carta de rectificación que le envió Guerrero porque sea arrogante, que ella es periodista de opinión y no abogada y que cuando recibe una de esas rectificaciones las envía al despacho de sus asesores legales. Ya sabíamos que Magaly culpa a su ex abogado César Nakasaki por haber caído en Santa Mónica pero decir que tienes que ser abogado para saber cómo enfrentar una carta de rectificación es demasiado.

Cualquier periodista sabe que las cartas de rectificación pueden o no tener argumentos válidos.
Las hay exageradas, las hay escritas con ira y cabeza caliente, las hay furibundas, las hay enredadas, las hay aquellas que recontraconfirman en lugar de desmentir, en fin. Pero, si el periodista se equivocó, metió la pata, dio un dato que no es cierto, y la revelación, investigación, primicia, se cae; ni modo. No queda otra que rectificarse, aceptar el yerro y pedir disculpas. Es lo más bochornoso que puede pasarle a un periodista, pero también es ocasión para demostrar honestidad. No es necesario estudiar Derecho para eso. Se sostiene en la ética profesional de cada periodista o director del medio informativo.

Por otro lado, creo que frente a la difamación y calumnia de la que se sienten víctimas algunas personas por las opiniones o informaciones que emitimos los periodistas, el mejor camino es recurrir a la justicia. Y lo digo yo, que sé muy bien lo que es ir a tribunales como la parte demandada porque alguna vez tuve que enfrentar la querella de un funcionario público corrupto. Fui absuelta en primera y segunda instancia. La lección es verifica, verifica y verifica la información. Lo que es muy difícil de cumplir porque cada hecho siempre tiene varias versiones, una distinta de la otra.

Por ahora y por aquí el colega Lucho Cadenillas de Radio San Sebastián (Chepén) enfrenta una querella por parte de un funcionario público. Sé que Lucho es cuidadoso con la información, así que espero salga airoso del proceso. Hay otro joven al que no conozco y tampoco de su trabajo que lamentablemente ha sido declarado reo contumaz y probablemente sea hallado culpable en una querella presentada por un alcalde.

Lo que veo en Internet y que requiere discusión y legislación es la facilidad con que los anónimos califican, insultan y ofenden. ¿Cómo resolveremos ese pendiente?