Conminados a escuchar

Me provoca tantas reflexiones todo este tema de la web 2.0 y sobre todo del Periodismo 2.0.

Me preguntaba cómo se estará enseñando las Ciencias de la Comunicación y en particular el Periodismo actualmente. Supongo que ha habido muchos cambios, o por lo menos debería.
Por ejemplo el modelo tradicional de la comunicación. ¿Recuerdan? El emisor, el receptor, el canal, el mensaje, el vehículo. Hoy habría que montar varios de esos diagramas, y decir que la comunicación va y viene de todas partes, que es difícil establecer un inicio, y peor aún un final. Y esto que no menciono al feedback.

Pero qué hay de nosotros.
De nuestras cualidades o exigencias mínimas para desempeñar nuestra profesión: ¿Estamos preparados para escuchar? ¿Estamos dispuestos a hacerlo?
Si los periodistas podíamos ser acusados de no atender todas las voces, de invisibilizar a ciertos personajes o grupos, imagínense ahora, que no nos piden "permiso" ni "espacio" para opinar; ahora que las opiniones brotan, surgen, fluyen; se hacen oír desde todos lados y a cualquier hora. Irrumpen en nuestros correos, llegan a los foros, y de pronto están allí sin que les hayamos "cedido" el micro.

No es ésta una crítica a la posibilidad que ofrece la web a los ciudadanos, por el contrario es una reflexión de si estamos dispuestos los periodistas a escuchar más que antes, a leer más que antes; o si solo nos saltamos los correos ciudadanos, nos saltamos los foros, nos saltamos todo pues, y seguimos en nuestras comisiones, nuestro trabajo, oyendo a quien nos interesa y preocupados por el trabajo que tenemos que entregar.