¿Cuán digital es su vida?

Esta fue una de las preguntas del curso Periodismo 2.0, que estoy llevando en estos días.

Cuando terminé de responderlo, concluí que si en base a esto medirían cuán digital es mi vida, la mía sería adigital, por falta de uso. La tecnología está allí, en mis manos o a mi alcance, pero ¿por qué no la uso en toda su extensión?

En eso me quedé pensando mientras me miraba a mí misma.

You Tube, por ejemplo, ¿Por qué nunca he entrado a ver videos allí? Bueno lo hice el otro día, cuando en una web de noticias me encontré con el enlace anunciando que con celulares obtenían palomitas de maíz. Click y lo vi. Pero no más. He clickeado en otros videos, generalmente de webs informativas por temas en particular; aunque también he chequeado algunos enlaces que tienen que ver con el cine y estrenos mundiales. Sé que están allí, pero no me llaman.

Lo que nunca he hecho es descargar música de Internet, ni un libro, ni un video, ni nada que se parezca. Escucho música sí, a veces; también noticias, diría que siempre. Y chequeo algunos audios que ofrecen las webs informativas, según intereses de trabajo o personales.
(Ahora releyendo, me corrijo. Descargué el libro Periodismo 2.0, cuando Luz María Helguero, directora de la Red de Periodistas del Perú nos lo pasó hace tiempo).

No me he suscrito a ningún RSS y sé las posibilidades que ofrece por lo que he leído en el libro Periodismo 2.0 de Mark Briggs (versión en español de Guillermo Franco y disponible en http://knightcenter.utexas.edu/Periodismo_20.pdf). Aunque sí me suscribí a las alertas de Google hace un tiempo, pero ahora quisiera darme de alta porque ya no sigo el tema que entonces me interesaba.

Y finalmente respecto a aportar a Internet fuera del trabajo. Pues nada. Solo a partir del curso y con este blog. Nunca he sentido la necesidad de compartir MIS FOTOS, MIS DATOS, MI HISTORIA, MI VIDA (lean las altas no como gritos, sino con énfasis MIS de MIO). No encuentro las razones para hacerlo, todavía. Será porque como periodista estoy acostumbrada a escribir las historias de otros. Tal vez.

En conclusión no tengo un sitio 2.0 que sea mi favorito. Claro si no comparto lo mío, imagínate si husmeo en la vida de los otros. Solo que sea un funcionario público, un artista favorito, un personaje para investigar periodísticamente, o sea por trabajo.

Así que de repensar y mirarme fui descubriendo que uso la tecnología para el trabajo, y muy poco para la diversión. Para mí sigue siendo más encantador sentarme a tomar un café enfrente del mar con una amiga; pasear por el Malecón compartiendo una charla o el silencio; salir de tiendas, mirar, preguntar, probarme y comprarme lo que me provoca; ir a comer un helado y ver correr a mi preciosa. Escuchar música o tener la TV de fondo y al lado la mejor compañía.
Aquí les dejo mi encuesta, prueben a preguntarse ustedes.

1. ¿Con cuánta frecuencia ve video online en un sitio como YouTube?
Nunca

2. ¿Con cuánta frecuencia descarga música de un sitio como atunes
Nunca
o escucha música online en un sitio de radio por Internet?
A diario. Aunque más son noticias.

3. ¿Con cuánta frecuencia utiliza canales de RSS?
Nunca

4. ¿Con cuánta frecuencia aporta contenido a Internet (por fuera de su trabajo), ya sea a través de un blog personal, MySpace o Facebook, comentando en otros sitios, subiendo fotos a Flickr, etc.?
Interdiario. Recién con el curso.

5. ¿Cuál es su ‘sitio web 2.0’ favorito (aquel en el que el contenido proviene de los usuarios)?
No tengo un favorito. Prefiero las web de información.